Barranquismo en Lentegí
Como primera entrada al blog de nuestra nueva página, queremos recordar un día especial para nosotros, que disfrutamos como niños. Corría la primavera del 2013 y mis hermanos vinieron de vacaciones, así que decidimos ir de barranquismo los cuatro. Aunque sale en pocas fotos, nos acompañó Blanca, quien nos hizo este pedazo de reportaje fotográfico de barranquismo en Lentegí. En la siguiente imagen, se nos ve a los tres magníficos, iniciando el descenso de este cañón.



A lo largo de este descenso, Juanjo y Damián se hartaron de rapelar, como podéis ver en las fotos. A continuación, podemos verlos en el primer rápel que nos encontramos. Rápel que descendieron con soltura y con la seguridad aprendida de su hermano menor. ¡Unos cracks!


Después toca deslizarse por un tobogán y enseguida a descargar adrenalina en un salto a una poza cristalina. Así que, ¡a saltar se ha dicho!


En estas imágenes, nuestros rostros reflejan lo mal que lo estamos pasando en esta aventura en plena naturaleza, je je je.





El barranco de Lentegi tiene gran variedad de cascadas y obstáculos en los que jugamos todo lo que pudimos. Sin embargo, de repente la cosa cambió y se puso vertical. La cascada, el rápel o la vertical más alta, tiene veintitrés metros. En realidad en este rapel, el “R-23” sí que parecían preocupados. Además, eso de que los hermanos mayores tengan que ponerse en las manos del hermanito pequeño...




Una vez superado este rápel ya es pan comido para las fieras de mis hermanos. Por último y no menos importante, nunca viene mal un fuerte abrazo. Os quiero, hermanos, gracias por vuestro apoyo incondicional. Mua, mua y mua.




Qué orgullosa debe de estar mamá de veros haciéndome caso, al cabezota de la familia. Blanca, a ti también te quiero una “pechá” y te agradezco de todo corazón este pedazo de recuerdo que has inmortalizado
¡Os esperamos pronto para la próxima aventura!